domingo, 28 de mayo de 2023

¿Qué significa ser Hombre hoy? Hablemos de la identidad masculina

En nuestra sociedad, los conceptos de masculinidad y feminidad desempeñan un papel fundamental en la forma en que nos percibimos y nos relacionamos con los demás. Sin embargo, es importante reconocer que estos conceptos no son innatos ni universales, sino más bien construcciones sociales que han evolucionado a lo largo del tiempo. En esta entrada, exploraremos cómo la sociedad ha construido estereotipos de género y cómo estos influyen en la forma en que los hombres se ven a sí mismos y a su identidad de género.

Vamos con algunas definiciones, para que hablemos y entendamos el mismo idioma!

Construcción social de género: La masculinidad y la feminidad son conceptos que varían según las culturas y épocas. Estos conceptos no están determinados biológicamente, sino que son resultado de normas y expectativas sociales que nos enseñan cómo debemos comportarnos y qué roles debemos desempeñar en función de nuestro género. Estas normas se transmiten a través de instituciones como la familia, la educación y los medios de comunicación.



Estereotipos de género: Los estereotipos de género son creencias generalizadas sobre cómo deben ser y comportarse los hombres y las mujeres. Por ejemplo, se espera que los hombres seamos fuertes, dominantes, emocionalmente restringidos y proveedores, mientras que a las mujeres se les asignan cualidades como la dulzura, la sumisión, la delicadeza y el cuidado del hogar. Estos estereotipos, aunque simplificadores y limitantes, influyen en la forma en que los hombres percibimos nuestra propia identidad y nos relacionamos con otros.


Influencia de los estereotipos: Los estereotipos de género pueden tener un impacto significativo en la forma en que los hombres nos vemos a nosotros mismos y a nuestra identidad de género. Al ser bombardeados con imágenes y expectativas estereotipadas desde una edad temprana, los hombres pueden experimentar presiones para cumplir con un ideal de masculinidad establecido por la sociedad. Esto puede llevar a la restricción de la expresión emocional, la limitación de las opciones profesionales o hobbies considerados "femeninos" y una sensación de estar atrapados en roles de género predefinidos.






Breve reseña histórica

En las sociedades prehistóricas, las tareas se dividían principalmente según habilidades y necesidades, sin una diferenciación estricta de género. Los roles se basaban en la supervivencia y cada miembro de la comunidad contribuía en función de sus habilidades individuales.


En las antiguas civilizaciones mesopotámicas, egipcias y griegas, se desarrollaron expectativas de género más definidas. Los hombres asumíamos roles dominantes y se esperaba que fuéramos los proveedores y protectores de la familia. Mientras tanto, las mujeres se dedicaban principalmente al cuidado del hogar y la crianza de los hijos. 


Durante la Edad Media, la influencia de la Iglesia Católica en Europa Occidental reforzó los roles de género tradicionales. Se enfatizaba la importancia de la maternidad y el papel de las mujeres como esposas y madres. Los hombres, por otro lado, éramos responsables de proveer y proteger a nuestras familias.

Durante la época de la Ilustración y la Revolución Industrial, las expectativas de género comenzaron a cambiar. Las ideas de igualdad y libertad individual comenzaron a surgir, y las mujeres empezaron a luchar por sus derechos, especialmente en temas como el sufragio y la educación.

A finales del siglo XIX y principios del XX, el movimiento sufragista y el feminismo de la primera ola cobraron fuerza en muchas partes del mundo. Las mujeres lucharon por el derecho al voto, la igualdad de oportunidades y la autonomía sobre sus propias vidas. Estos movimientos sentaron las bases para un cambio significativo en las expectativas y roles de género.

En el siglo XX, se produjeron avances importantes en la lucha por la igualdad de género. Las mujeres comenzaron a ingresar en fuerza al mercado laboral y a desempeñar roles que antes se consideraban exclusivos para nosotros los hombres. Se promovió la idea de que las mujeres podían ser profesionales exitosas y tener una vida independiente.

En las últimas décadas, ha habido un creciente reconocimiento de la diversidad de género y la importancia de la igualdad. Se han desafiado las normas binarias de género y se ha promovido la aceptación de identidades no conformes. Se ha enfatizado la importancia de la igualdad de oportunidades y derechos para todas las personas, sin importar su género.

Estos son solo algunos ejemplos destacados de la evolución de las expectativas de género a lo largo de la historia. Cabe destacar que las sociedades son diversas y los roles de género pueden variar en diferentes culturas y épocas. La lucha por la igualdad de género continúa en la actualidad, con el objetivo de construir sociedades más justas e inclusivas para todos.

¿Y tú? ¿De qué manera te ha afectado la construcción social de géneros en tu identidad masculino-femenina? 

(Puedes comentar allá abajo ⬇️ )

5 comentarios:

  1. Soy un hombre muy conectado con su lado femenino. Me encantan las faldas, los encajes, las transparencias. Durante mis veintes intenté usar lencería debajo de mi ropa cotidiana, pero constantemente era rechazado por mis amantes o compañeros sexuales. Dejé de hacerlo. Hoy, a mis caso 50 años, estoy experimentando de nuevo con tangas, encajes y hasta pantimedias, me siento sexy, femenino y liberado... cuánto me hubiera gustado haber compartido todo esto con alguien en el pasado!

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    1. Muchas gracias por tu experiencia y por el tiempo que dedicaste en escribir. Pues si no lo disfrutaste del todo en tus 20's en los 50's puedes re-encontrarte. Espero que este blog te sirva para conocerte, conocer otras experiencias y ser quien realmente quieres ser.

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    2. Felicitaciones que al menos ahora te decidiste a usar la lencería que te gusta! Yo empecé por requerimiento de heteros que me cogían. Solo me querían en tanguita. De a poco me fueron enseñando a ser sumisa sin darse cuanta, porque ellos quieren que seas hembra en la cama. No te consideran hombre, porque un hombre jamás se dejaría someter por otro hombre y mucho menos excitarse con la sumisión. Ahora uso como ropa interior de todos los días tanga hilo dental y en inverno me pongo las medias red, etc abajo de mi ropa de varón, todos los días, para el trabajo, siempre. Los hetero ven un culo en tanga y se vuelven locos, los gay activos mayormente me han hecho preguntas como: tu mamá sabe que usas eso??? Y si tenés un accidente por la calle? Después de haberme cogido... El verdadero macho no te dice nada y te coje. El punto es que de joven tendrías que haber buscado machos alfa que por lo general son heteros que le dan a todo! Saludos!

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    3. Tengo la misma sensación que tú, desde muy joven me gustó la lencería pero empecé mi vida sexual a los 24, siempre teniendo al juicio de mis compañeros sexuales en lo íntimo, así que nunca me atreví a compartirlo con nadie. Hasta que ya estaba entrado en los 30 me di la libertad de experimentar sin miedo conmigo mismo, me di cuenta de que muchos hombres se sentían igual, comencé a hacer amigos y ahora es con ellos con quienes más comparto. Tengo 47 y hubiera querido soltar el miedo desde mucho antes, pero entiendo que eso solo nos lo da la madurez. ¡Saludos!

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  2. El erotismo, sensualidad y sexualidad que se vive por medio de la novela es genial. Recordar nuestras experiencias sexuales a temprana edad; nos hace revivir nuestros inicios como machos o cómo hembras. Y en esta edad adulta poder disfrutar plenamente del rol que definimos años atrás. Buscando Benjas para moldearlos como nuestra hembra

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